¿Ha notado que a su hijo le resulta difícil prestar atención? ¿Se mueve constantemente en momentos en los que no debe hacerlo, actúa impulsivamente o interrumpe a los demás? Si estos problemas son continuos y parecen afectar la vida diaria de su hijo, es posible que tenga el trastorno de déficit de atención con hiperactividad.
Este es un trastorno del desarrollo asociado con un patrón continuo de falta de atención, hiperactividad o impulsividad. Los síntomas pueden interferir en las actividades y las relaciones diarias. Este trastorno comienza en la niñez y puede continuar hasta la adolescencia e incluso la edad adulta.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno de déficit de atención con hiperactividad?
Falta de atención: Tener dificultad para prestar atención.
Hiperactividad: Tener demasiada energía o moverse y hablar demasiado.
Impulsividad: Actuar sin pensar o tener dificultad con el autocontrol.
Los signos de falta de atención pueden incluir:
- Falta de atención a detalles.
- Comete errores por descuido.
- Dificultad en mantener la atención.
- Dificultad para escuchar atentamente.
- Dificultad para seguir las instrucciones.
- Problemas para concentrarse y se despista fácilmente.
- Dificultad para organizar su tiempo.
- Evita las tareas que requieran esfuerzo mental sostenido.
- Se distrae fácilmente.
- Es olvidadizo durante las actividades diarias.
Los signos de hiperactividad e impulsividad pueden incluir:
- Se mueve mientras está sentado.
- Se levanta cuando debería permanecer sentado.
- Corre, da vueltas o se trepa a cosas en momentos inapropiados.
- No puede jugar o participar en pasatiempos en silencio.
- Está constantemente en movimiento.
- Habla excesivamente.
- Responde preguntas antes de que se terminen de hacer o acabar las oraciones de otras personas.
- Tiene dificultad para esperar su turno.
- Interrumpe a otros o se entromete, por ejemplo, en conversaciones, juegos o actividades.
